La leyenda amerindia del Quinto Sueño cuenta que los delfines, para cumplir su destino y el de todas las formas de seres que los precedieron, soñaron la Humanidad. Así aparecieron los seres humanos. La leyenda todavía nos dice que es ahora en la vuelta de la Humanidad de enterar a soñar su futuro para hacerlo pasar. Y así es como el futuro de los seres humanos dependería de su aptitud para reunirse en el mismo sueño.
Conscientes del papel crucial de Océano, tenemos como Humanidad la responsabilidad de defender sus criaturas, de preservar la belleza y la importancia primordial que tienen como todo el Planeta.
Por el Océano recubre los 2/3 de nuestro Planeta y produce el 50 % del oxígeno que respiramos, y porque sus primeros pueblos, los cetáceos, son los guardiánes de su equilibrio, nuestra existencia depende de su vitalidad.
En la realidad actual, la Humanidad provoca por sus actividades de toma, de explotación y de producción, la destrucción del ecosistema que lo alberga.
Estamos matando la vida sobre el Planeta, por la sobreexplotación de las aguas, mares, suelos, del aire, y todos los recursos naturales de los que podemos sacar provecho sin preocuparnos - o muy poco - de daños catastróficos que esto provocan.
La contaminación de Océano y la matanza de los cetáceos causan trastornos ecológicos mayores que directamente amenazan toda forma de vida sobre el planeta.
Ninguno de Nosotros está al amparo de las consecuencias directas de este ecocidio.
Si muere el Océano : moriremos.
Cada uno de Nosotros es la Humanidad en conjunto. Interpelándome, es la Humanidad entera que interpelo. Haciendo evolucionar mi conciencia es la conciencia de la Humanidad que evoluciona.
Cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar esto: por nuestros actos, nuestros pensamientos, nuestros sueños, nuestra conciencia.
En cualquier parte del mundo la conciencia de los peligros y de nuestra responsabilidad progresa. En cualquier parte del mundo, hombres y mujeres cambian su manera de ser para vivir en armonía con la Tierra y todos los seres vivos. En cualquier parte del mundo hombres y mujeres se levantan para exigir de los poderosos de este mundo de dejar este sistema de destrucción maciza y sacar su provecho más grande en detrimiento de millones de otros seres humanos y las generaciones que vienen, y confían en el nacimiento en su casa del sentimiento de su responsabilidad universal para dejar este ecocidio.
Ninguna consideración económica o política puede más sobresalir sobre la Vida.
Un movimiento está en marcha, debemos ser cada vez más numerosos para darle la fuerza y el soplo de nuestros deseos más elevados.
El movimiento de las 24 horas de meditación para la Tierra llama todos los pueblos de la Tierra a reunirse para el agua, el océano, las ballenas y los delfines: Somos el océano.
Enviaremos esta petición de la Humanidad a la Humanidad a la Junta general de las Naciones Unidas con el fin de que sea la parada cerca de su organización, cerca de Nuestra organización, cerca de Nuestras Naciones, de la conciencia imperiosa de la Humanidad que preserva nuestros océanos, Nuestro futuro.
Llamamos la Humanidad a un despertar planetario de las conciencias para la salvaguardia de Océano, el agua, las ballenas y los delfines. Qué cada uno participe en eso por sus actos, sus pensamientos, sus sueños.